«Aquí en el Sur de España, en Sevilla precisamente, hay también Vírgenes y Cristos. Pero no hacen milagros. Ni nadie se los pide. Las Imágenes de Sevilla están ausentes de la patología y las enemistades personales. Y aún del provecho particular de sus devotos. Brillan a una luz más limpia y se orean en un aire más puro, sin nieblas de utilidad ni pragmatismo.
Y mejor quiere que adora la gente a sus imágenes. Cariño desinteresado y verdadero sin mezcla de mal alguno.
El dios de las maldiciones, el que sana a los enfermos y el que conduce a la Gloria no salen en la Semana Santa. No hay Cristos procuradores ni Vírgenes curanderas. Hay la Esperanza de Triana, el Cachorro, la Virgen de la Estrella y el Señor de Pasión.
Más que confiar en los Dioses la gente lo que tiene es confianza con ellos. Eso es lo grande.
Dios viene a ser aquí lo que será en efecto. La suprema simpatía.
Nada menos.»Antonio Núñez de Herrera. Teoría y Realidad de la Semana Santa. Ediciones Espuela de Plata, 1996.
@rocioromerope
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Han dicho algo…
Dani en Cerrar etapas: EBE La gata Roma en Cerrar etapas: EBE Luis Rull en Cerrar etapas: EBE Callejonero en Salimos perdiendo Callejonero en La crónica más personal de un… Maluca en La crónica más personal de un… Rafael Fernández Már… en Ya está aquí Marga en Ya está aquí Doria en Ya está aquí TRIANATRINIDAD en Náuseas
Ya pueden llover croquetas 
Así es.
Besos
Antonio
Que me gusta perderme en estos pensamientos, me limpian la mente de la contaminación personal y externa.
Gracias por traerlo hoy
Un abrazo
Completamente de acuerdo con ese pensamiento. Esas son mis Imagenes la que me inspiran más cariño que adoración. Las que me acercan más a mi madre, ausente, que al Dios de la eternidad.
Bonita cita, Rocío
Yo sigo pidiendo que baje otra vez Moisés del Sinaí y que rompa las tablas…